Cerca de Añaza se encuentra un Cardonal-Tabaibal atravesado por el Barranco del Muerto, formación geológica que evoluciona por la erosión producida por el paso del agua durante mucho tiempo y los derrubios.

En esta zona también podemos observar singularidades geológicas como el arco que se encuentra en la margen derecha producido por la erosión diferencial de materiales geológicos de diferente dureza, o las cazoletas que se forman por los remolinos del agua en su transcurso por la pendiente del barranco.
Cerca del barranco se han encontrado restos arqueológicos de cerámica y obsidiana, reflejando el antiguo uso e importancia que tuvo esta zona para los antiguos aborígenes.
Otra de las singularidades de este espacio es que cuenta con una estación de grabados rupestres en un pequeño afloramiento basáltico. Una de las figuras más llamativa de este BIC (Bien de Interés Cultural) es la representación de un barco, entre otras figuras geométricas.
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